Nueva Zelanda: Isla Norte

Después de 8 días en la isla sur tocaba ir a la hoja también por la norte. Dicen que la sur es la más espectacular, pero la verdad que es difícil elegir isla, al final te quedas en la sensación del vivido en el país.

Es la isla de la cultura maorí, los Hobbits, de Frodo, Golum y los orcos, la isla de los volcanes, los géiseres y los gusiluz.

Día 9: Lago Taupo: Huka Falls y Spa Park

Huka Falls

Después de Wellington nos vamos temprano hacia el centro de la isla, en la zona del lago Taupo, el más grande del país. Llegamos al mediodía, y después de ir al I-Site para pedir información y contratar los tours para los siguientes días visitamos las Huka Falls. Habíamos visto muchas cascadas, pero con esta cantidad de agua no, y además el color azul cielo que tenían.

Spa Park

A unos 30 ‘andando de las Huka Falls, donde se juntan los ríos Otumuheke y Waitaki se encuentra un spa natural de aguas calientes, debido a la actividad geotermal. Era obligado un baño, ya que además es gratuito. Aquí también se concentraban decenas de jóvenes disfrutando del calor del agua, donde la primera sensación te cremas y todo! Cucala aún alucina de cómo podía salir agua caliente de allí!

 

Día 10: Rotorua: Mountain Bike Rotorua y Te Puia

Mountain Bike Rotorua

Un día en la isla sur nos quedamos con ganas de ir en BTT. El deporte aquí es muy habitual, y los deportes de aventura más, con el paisaje que tienen son muchos los locales que practican una gran variedad de deportes, entre ellos el fútbol americano el más popular.

Pero los turistas también quieren disfrutar de los paisajes de Nueva Zelanda de otra forma, y disfrutamos de los bosques de Rotorua en BTT. No podíamos parar de picar-mos y mirar de reojo si el de atrás estaba al tocando, y cuando más apasionante estaba el pique Jofre rompió la cadena! No sé si fue peor eso o la vuelta que hicimos para volver, ya que nos perdimos.

 

Te Puia

Te Puia es un centro de interpretación maorí, donde te explican todo sobre su vida, como llegaron a Nueva Zelanda procedentes de la Polinesia, los primeros encuentros con los europeos y como han convivido. A diferencia de Australia, la cultura maorí se respeta, y es habitual ver maoríes a puestos de trabajo o haciendo vida social con habitantes procedentes de Europa, lo que en Australia no pase.

En el centro hay un taller donde se realiza arte maorí. Después también visitamos los géiseres, y entendimos de dónde proviene el olor de huevo cocido, no de la caravana, sino de aquí! Y casi como pudimos, y a oscuras un kiwi, el ave característica que sólo vive en Nueva Zelanda. Sale por la noche, y es muy difícil de ver, y destaca por su gran pico.

Si piensas en Nueva Zelanda piensas con la haka, la danza que realiza la selección de fútbol americano antes de cada partido para intimidar al rival. Esta danza proviene de los maoríes, que lo utilizaban también para intimidar al enemigo. Vivimos una haka en directo y luego diferentes bailes y canciones de esta cultura.

 

Día 11: Waimangu

Waimangu

Otra zona con una gran actividad geotérmica es Waimangu, un valle volcánica con cráteres y lagos de muchos colores y ríos. Esto se debe a que en 1886 hubo una erupción y siguió durante el 1900 al 1904, llegando a saltos de agua de 400 metros.

Aguas de todos los colores que salen desde el suelo, casi vaporizadas, indica la gran actividad geotérmica que hay en el subsuelo, y de nuevo lagos con unos colores que parecen pintados.

 

Día 12: Tongairo Alpine Crossing

Tongairo Alpine Crossing

Por fin llegamos al primer escenario que vemos de la trilogía de El Señor de los Anillos, hay más al sur de esta isla y en la otra, pero no fuimos. Esto era Mordor, donde llevó el anillo Frodo y ya sufrimos, sólo faltó encontrar algún orco para completar la jornada.

Un autobús nos dejó a la otra parte del recorrido que es de unos 19 kilómetros, empezamos bien, pero enseguida llovió y nos metimos empapados de arriba a abajo. La montada en la cima se hizo un poco dura, por el viento y la grava que hay procedente del volcán, que es difícil de caminar.

Un momento que se fue la niebla pudimos aprovechar para hacer fotos del Red Crater y Blue Lake, de nuevo te sorprende ver un lago con estos colores, y más a una montaña desierta a 1800 metros. A medida que vas bajando hay más vegetación, hasta encontrar una vegetación tropical bajo de todo, y te das cuenta de cómo puede cambiar este país en unos kilómetros de distancia.

La ruta está muy bien señalizada e incluso encuentras varios baños públicos durante todo el recorrido. Cansa y si el tiempo no acompaña sufres, pero vale la pena!

 

Día 13: Hobbiton, Waitomo Caves y Marokopa falls

Hobbiton

A Matamata se encuentra Hobbiton, el lugar que eligió entre campos de ovejas Peter Jackson para localizar uno de los lugares más conocidos de la historia del cine, el pueblo de los hobbits. Las casas son de cuento, perfectamente arregladas y adentradas en la montaña y más pequeñas de lo normal, ya que eran para recrear a medida de Frodo y compañía, y no faltaba ningún detalle: desde una tabla de ajedrez, ropa minúscula extendida , el huerto, calabazas, tarros de miel, etc.

Cabe destacar que las casas por dentro son vacías, no hay nada, ya que las escenas de dentro de las casas las grabaron en unos estudios situados en Wellington. Cruzamos el puente por el que Gandalf y Frodo entraron en la primera película, situado junto al molino, que funciona así, y para finalizar tomamos una sidra en la taberna The Green Dragon, como Frodo, Sam, Merry y Pippin.

Esta experiencia tiene un coste de unos 50 €, pero hay que ver aunque no hayas visto las películas, la magia que tiene y el bien cuidado que está te encantará!

 

Waitomo caves

El gusilus es un juguete en forma de gusano que brillaba en la oscuridad, y nos recuerda a cuánto éramos pequeños. Este juguete existe con un gusano, que se encuentran en las Waitomo Caves, conocidos como Glowworm. Estas cuevas están formadas por piedra caliza con una gran cantidad de estalactitas y ríos que hay.

Nosotros fuimos con la compañía Glowing Adventures, y fue impresionante. La gestiona una familia local, y la cueva y los terrenos donde viven han pasado de padres a hijos, el abuelo del guía fue el primero que la descubrió. Con unas botas de agua, un casco un frontal y podríamos decir que un pijama, nos adentramos por estas formaciones, la entrada ya es espectacular, pero los recorridos dentro aún más.

Nunca había hecho espeleología, pero la experiencia fue muy gratificante, más cuando apagar todas las luces y vimos brillar todos los gusanos, era tal como habíamos visto en las fotos! Además nos metimos por túneles y pasillos que apenas cabíamos. Otro de los grandes atractivos de la isla norte.

 

Marokopa falls

Cuando ya íbamos a hacer noche y descansar, los de las cuevas nos dijeron que cerca había una cascada que no podíamos dejar escapar, eran las Marokopa falls. Y casi haciéndose de noche, entre curvas y más curvas llegamos a esta cascada, que de nuevo nos dejó impresionados, allí al rezo, nosotros sólo estábamos ante esta maravilla. Esto es Nueva Zelanda.

 

Día 14: Surf en Raglan y llegada a Auckland

Raglan

El penúltimo día dejábamos la caravana por la tarde, y por la mañana fuimos al pueblo costero de Raglan, famoso por el surf. El mar no acompañaba mucho, y de nuevo vi que no soy muy de mar, más de montaña, y estuve poco por el agua. Jordi aprovechó para bautizarse en el surf y Jofre xalava como un niño.

Último comida en la caravana, que estaba para tirar y llegamos a Auckland.

 

Día 15: Auckland y viaje de vuelta

Auckland

Si dispones de poco tiempo para recorrer Nueva Zelanda, te recomiendo que no estés muy a Auckland, es una ciudad nueva, que encontrarás todos los servicios y restaurantes y ocio de gran variedad, pero dispone de pocos atractivos. Edificios de primero de siglo que se mezclan con rascacielos que están construyendo.

 

Y finalmente llegamos al aeropuerto, entre Auckland y Barcelona teníamos 33 horas de distancia: 25 de vuelos y 7 de espera en Doha.

Miramos como 6 películas, intentamos dormir como pudieron, aunque más bien poco y mal. Parece que estés viajando en el tiempo, ya que no sabes ni qué hora es verdaderamente. Abría menudo la ventana cuando estaba por arriba de Australia y pensaba todo lo que había visto y vivido, y era consciente de que no volveré a vivir esto, y difícilmente visitaré los lugares que estuve: la Gran Barrera de Coral, el Outback, Melbourne, y la llegada a la vida normal después del primer viaje largo de mi vida.

Han sido dos meses, reconozco que hay momentos en que se ha hecho largo, solo, lejos de mis, de mi entorno, de donde lo tengo todo al alcance, y sólo con una mochila y poca ropa. También debo reconocer que los tiempos han cambiado mucho, y que con Internet te vas pero el contacto con muchos es igual y vuelves y como si no es pasado el tiempo. Cambia mucho viajar solo que con compañía, el ánimo fue diferente cuando estuve con David, Jofre y Jordi.

Lo volvería a hacer, al final la vida es lo que vives, no te llevas nada más, y experiencias como esta enriquecen mucho: he visto una parte de mundo que no pensaba que vería, he conocido muchísima gente, he vivido formas de vida diferentes, como la vida a los hostels o viajar en caravana, he refrescado bastante el inglés, y además te das cuenta de sentimientos más profundos.

Si tuviera que elegir entre Nueva Zelanda y Australia me quedaría en Nueva Zelanda. En Australia está la Gran Barrera de Coral, creo que lo más bonito que he visto, pero toda Nueva Zelanda es espectacular, tiene más recursos naturales y no tienes que recurrir tantas distancias como en Australia.

Hasta aquí el primer viaje largo de mi vida, y no sé si el último!