Menorca

Menorca es una isla paraíso que se debe visitar algún verano. Las calles de la Ciudadela y su muralla te transportan por calles que aún mantienen la esencia de la isla el pueblo de Es Mercadal, muy característico por el color blanco de todas las casas y su átame marítimo también es una visita obligada. Aunque la isla recibe mucho turismo mantiene su esencia.

Esto se nota con los productos agroalimentarios, los quesos son la estrella de la isla, con casi una quesera en cada pueblo, y como no, tampoco pueden faltar las ensaimadas o el mítico Gin Pomada.

El paisaje, predominado por la piedra en seco con calas y playas cristalinas, un gran reclamo para todos, donde yendo a las calas, como la Cala Embruig, donde puedes encontrar cabras salvajes, toda una sorpresa! Desde el Toro, la montaña más alta de la isla, puedes ver todo, las vistas son impresionantes y entiendes cada punto de la isla.

Desde aquí se ven los faros, tan importantes que han sido para la isla, debido al gran tráfico marítimo que ha habido. Los más emblemáticos son el Faro de Cavalleria y el Faro de Favàritx.

Y acabamos con un Gin Pomada acompañados de música en la Cova d’en Xoroi.