marc, aina, lidia & ana

Para ser feliz se necesita muy poco, un cubo, piernas para correr y las primeras sensaciones! Así estuvieron Marc y Aina el Delta del Ebro, primero cogiendo caracoles en los arrozales y luego fuimos hasta el Trabucador, donde Marc no paró de llenar el cubo de arena mientras Aina corría arriba y abajo, le sobraban piernas y eso que el Delta es grande!

Pero aún más contentas sus madres, Lidia y Ana, disfrutando cada momento con ellos. Un regalo de Miki que seguro que recordarán para toda la vida.

Muchas gracias por compartir este momento!