De Rossell a Albarracín

Cuando vamos a pasar días de vida rural, nos viene a la cabeza, Los Puertos, el Matarraña o la Terra Alta, pero un pasito más hay mucho por descubrir, un entorno que ha cambiado muy poco, unos pueblos que se conservan casi tal como eran y un paisaje que parece los Pirineos. De Rossell hasta Albarracín, y volviendo por Vistabella, coche, pueblos, montaña y ovejas.

Día 1: De Rossell – Cantavieja

Para a la ermita del Pilar, en Catí, que el Maki del Pincho en enseñó, gracias en otoño está espectacular, con unas tonalidades amarillas, otoño en estado puro. Pasado Catí paramos a La Montalbana, una pedanía de Ares, por suerte hay casas restauradas, lástima que el bar ya no está abierto. Empezamos a montar el cuello de Ares del Maestre, y allí está, dominado por su castillo, espectacular como siempre, con unas vistas que no dejan de sorprender. Pasamos por Vilafranca del Cid, y parada obligatoria en La Pobleta del Bellestar, un extraordinario conjunto histórico-artístico, que sirve de límite entre la Comunidad Valenciana y la de Aragón y nos encontramos con el rebaño que ya llega al corral, espectacular!

Llegamos a la Iglesuela del Cid, y lástima que ya se nos ha hecho de noche, el pueblo está muy bien conservado, y me habían hablado muy bien, otro día ya lo disfrutaremos. Y hacemos noche en Cantavieja, una vuelta por el pueblo y un bocado, y mañana a hacer la visita de día.

 

Día 2: De Cantavieja en Albarracín

Al despertar volvemos a dar la vuelta por Cantavieja y empezamos el viaje hacia Albarracín. Sin saberlo nos adentramos dentro de unos paisajes que no me imaginaba, como si fuese, nada que envidiar al Pirineo. Primera parada Fortanete, sin palabras, el pueblo es precioso, se conserva muy bien y las flores y plantas en los balcones aún le dan más encanto.

De camino paramos para algunos pueblos como Villarroya de los Pinares, Allepuz, Monteagudo del Castillo y Cedrillas hasta llegar a Teruel, y luego hacia la Sierra de Albarracín, donde nos quedamos boquiabiertos con los Boeing 747, el parking de aviones más grande de Europa!

Hasta llegar a Albarracín, qué encanto con todas las casas rojizas, y sobre todo las vistas del pueblo desde arriba de la muralla. Es uno de los pueblos que se debe visitar, y si se puede en otoño, que mientras llegábamos las hojas caen de los mismos árboles, todo un espectáculo!

 

Día 3: De Albarracín en Vistabella del Maestrat

Y haciendo noche en Albarracín, volvemos a casa, pero no por el mismo camino, en La Puebla de Valverde y dirección hacia Mora de Rubielos y luego hacia el nuevo pueblo «más bello y bueno»: Rubielos de Mora, que sustituye en Morella con este galardón de Ferrero Rocher. Pasamos por Nogueruelas y hacemos una parada en Linares de Mora, donde nos da una gran sorpresa como Fortanete, qué encanto tiene este pueblo. Por las calles del pueblo nos encontramos una mujer y nos pregunta de dónde venimos, le decimos que de Albarracín, y dice que lo ha visto por la tele que era muy bonito, que ella casi nunca ha salido del pueblo, y con 80 años!

Subimos arriba arriba y el pueblo más alto de España, Valdelinares, alta montaña en estado puro, y luego casi que volvamos por la carretera que habíamos empezado al principio, en Mosqueruela, también con mucho encanto. Vamos a comer algo en Puertomingalvo, y por el camino paramos que debe pasar una pastores, que bonito es que haya ovejas y pastores aún, y se está perdiendo. Debería haber un rebaño por pueblo, y no habrían problemas de incendios, además de que daría trabajo y producto de calidad.

Cruzamos el Penyagolosa y íbamos a visitar la Feria de Oficios antiguos de Vistabella, y qué lástima que llegamos tarde, por la tarde ya no realizan actos, pero visitamos la feria y nos llevamos un cesto, muy aprovechado por las sesiones de navidad!

 

Una gran hallazgo muchos pueblos, entre ellos Puertomingalvo y Linares de Mora, la mayoría sabía que existían y tenía pendiente una visita, otros no, pero la experiencia muy agradable. Tierras de cruce que han vivido muchos momentos históricos y han sido fortalezas para el Cid, Jaume I, Cabrera, maquis, entre otros. Tierras que ahora se han quedado lejos de la costa, y eso significa que están perdiendo población a un ritmo desmesurado.

Como pro de ello es que los pueblos mantienen su aspecto natural, y la gente está concienciada en restaurar las casas tal como estaban. La contra es que se están deshabitando; es difícil vivir aquí, por la falta de servicios y de trabajo, y los jóvenes buscan una vida con más oportunidades lejos de ellos a los grandes núcleos urbanos. Cada día hay más casas vacías, que espero que no es conviertan en pueblos abandonados y deshabitados. Sería perder parte de nuestra historia.