Berlín

Berlín, la Europa rehecha

Actualmente se ha convertido en la capital europea gracias a la dictadura económica de Merkel, pero no se respira nada esta jerarquía económica alemana que nos imponen a los países del sur. Berlín hoy por hoy es la vanguardia europea junto con Londres, pero es una ciudad adolescente que se ha curado de unas heridas de guerra y nos muestran las cicatrices para no volver a caer en el mismo error.

Recordemos un poco de historia reciente para entender la ciudad de Berlín, tras la II Guerra Mundial todos querían este «pastel» y la ciudad estaba partida entre los dos regímenes vencedores de la guerra. En 1961 la República Democrática Alemana (RDA) (Unión Soviética) construyó un muro para frenar la emigración hacia República Federal de Alemania (RFA) (Estados Unidos, Francia y Reino Unido). Esto marcó mucho la ciudad, donde se mataba a la gente que quería cruzar el muro. Ahora, y con actores se teatraliza el Checkpoint Charlie, una zona de control para pasar el muro

Quedan pocos monumentos en Berlín, ya que durante la II Guerra Mundial quedó destruido el 90% de la ciudad, por eso no es de extrañar que haya iglesias medio destruidas en medio de la ciudad. Se salvó la Puerta de Brandenburgo, el edificio más emblemático, y ante encontramos el Hotel Adlon, famoso por los hechos de Mickael Jackson con su hijo. Donde estaba la partición entre las dos Alemanias se ha realizado uno de los monumentos más discutidos, el homenaje a los judíos muertos. Una gran sorpresa que nos llevamos cuando realizamos el tour por la ciudad, fue un descampado que se utiliza para parking, donde bajo tenía el búnker donde murió Hitler.

Actualmente se ha modernizado con construcciones donde destaca como Cúpula del Reichstag de Norman Foster, Sony Center, que se ha de ver de noche para el espectáculo de sus luces o la famosa torre de televisión, el Fernsehturm.

 

En una isla en medio de Berlín se encuentra la Isla de los Museos, que proviene de los reyes prusianos. Actualmente podemos encontrar: el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Galería Nacional Antigua, el Museo Bode y el Museo de Pérgamo, donde se encuentra el altar del Pérgamo, la Puerta de Ishtar de Babilonia y la puerta del mercado de Mileto.

 

Como las grandes capitales europeas las calles de Berlín son todo un espectáculo, gente peculiar, los típicos semáforos que son unos símbolo de la ciudad y mucho arte por toda la ciudad, como casas de colores. Este arte lo encontramos sobre todo por el barrio de Kreuzberg, el más cosmopolita de la ciudad.

También hay que destacar algún coche peculiar que encontramos, el Trabant, el antiguo coche que se fabricaba en la parte comunista, todo un emblema del Berlín comunista. Por la noche las iluminaciones de los edificios están muy bien cuidadas, vale la pena pasear por la ciudad. Y una parada obligatoria es el Mustafa s Kebab, el mejor kebab que he probado en la vida!

 

 

La historia del muro ya la sabemos, ya partir del 9 de noviembre de 1989 se abrió el muro y la gente ya podía volver a circular libremente, todo un hecho histórico, la gente de una parte a la otra no se conocía de nada, pero se abrazaban entre ellos, se invitaban a cerveza, todos tenían alas otra vez! Durante el proceso de demolición del artista Bodo Sperling promovió conservar un trozo del muro para crear una galería de arte urbano, y de ahí salió la East Side Gallery. 100 artistas de todo el mundo plasmaron su idea de libertad, grafitis que no te dejarán indiferente, y cada vez que miras encontrarás uno nuevo.

Además, para otras partes de la ciudad hay restos de muro donde se recuerda a la gente que perdió la vida durante la II Guerra Mundial.

Tuvimos la suerte de visitar Berlín durante el otoño, y su parque más grande, el Tiergarten era todo una manta de hojas. Una antigua área de caza que ahora es el pulmón verde de la ciudad y puedes encontrar desde gente paseando, haciendo deporte o personajes peculiar como las siguientes fotos.

Si estamos en Alemania seguro que nos viene a la cabeza el nazismo. Cerca de Berlín encontramos el Campo de concentración de Sachsenhausen, en Oranienburg. Fue construido por los nazis para llevar a judíos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehová y también españoles republicanos. En principio era un campo de trabajo forzoso, pero se convirtió en un auténtico campo de exterminio, ya que hay restos del crematorio. Los hacían trabajar con unas condiciones pésimas, mal nutridos y los barracones eran como auténticas granjas, sin ningún derecho.

También se experimentaba en ellos, tanto en esfuerzos físicos llevándolos a condiciones extremas, así luego lo trasladaban al ejército nazi; y también con experimentos. Consta que se hicieron auténticas barbaridades como operaciones con siameses, trasplantes de extremidades o conejillos de indias para experimentos con nuevos medicamentos.

Cuando visitas allí se nota mucha agonía y tristeza, una sensación difícil de explicar que cuando estás la sientes. Ahora han querido mantener los campos de concentración y de exterminio para enseñar su historia y no volver a caer en el mismo error.

 

El movimiento okupa se formó en los años 60 en el Reino Unido y se extendió a muchos países. Berlín es un lugar donde todavía mantiene esta forma de vida. Te quedas boquiabierto cuando ves una casa okupa, es tal como te la imaginas. Llenas de arte anticapitalista, cada uno ha metido su marca allí, no hay reglas. El lugar más característico es Tacheles.

 

No es que sea el metro más fácil del mundo, el de Londres es mucho más fácil, pero las paradas de metro son peculiares. Cada una tiene un estilo, una tipología; me quedaba alucinado.

 

Me dijeron que el mejor barrio era Kreuzberg, pero para mí fue Prenzlaser Berg. El barrio en general, la vida que tenía, las casas, las calles llenas de arte y sobre todo las tiendas; tiendas muy pintorescas, cada una con un estilo propio.

Para mí este barrio define bien que es Berlin.

 

Berlín es una ciudad adolescente con un pasado duro pero como todo en la vida allí está y han decidido hacer su propio camino. Por eso es una ciudad que se está haciendo día a día; hay obras públicas proyectadas hasta 2050!

En la calle se vive una ciudad de mundo, gente y comida de todos los países, mucho arte, pero no un arte clásico y ordenado, sino anarquista, libre y despreocupado; muy diferente que otras ciudades alemanas.